Situado cerca del municipio francés de Lézinnes, este puente ferroviario tenía un problema de filtraciones de agua. Con el tiempo, habían aparecido numerosas fugas de agua, a través de las juntas y las grietas, en toda la estructura de mampostería, de diez metros de largo.
Para garantizar la impermeabilidad del puente, URETEK® ha utilizado la solución Water Barrier®. Esta solución crea una barrera de impermeabilización, en el trasdós de la estructura, mediante la inyección de una resina expansiva que rellena los macrohuecos, para después aplicar un gel saturante que completa el relleno de los microhuecos.
En este caso era necesario inyectar una resina expansiva y un gel saturante para detener la filtración en la estructura.
Para la empresa ferroviaria, la elección de Water Barrier® elimina muchas de las dificultades que conlleva el tratamiento de este tipo de estructuras. Hoy, por ejemplo, podemos trabajar bajo el puente sin interrumpir en absoluto su funcionamiento.
Si es necesario, primero se realiza un análisis instrumental de la filtración para evaluar el alcance del problema e identificar las causas. A continuación, los técnicos de URETEK® definen una malla de inyección y realizan las perforaciones. Una vez insertados los inyectores, se procede con las inyecciones de resina expansiva y de gel saturante.
Por último, una vez retirados los inyectores, se sellan los orificios con una masilla especial. La eficacia de la solución patentada Water Barrier® se debe a la acción conjunta y complementaria de los dos productos impermeabilizantes.
La innovación de Water Barrier® se caracteriza por la capacidad de crear una capa impermeable en el trasdós de la estructura mediante la inyección de dos productos que actúan de forma complementaria. La primera es una resina expansiva hidroreactiva que se difunde y satura el terreno del trasdós, llegando a las grietas y a todas las zonas problemáticas de la estructura.
Tras las inyecciones de la resina expansiva, se inyecta un gel saturante que completa el tratamiento saturando al 100% las imperfecciones de la estructura y el terreno en el trasdós. De este modo, el agua ya no puede entrar en contacto con la estructura, y mucho menos atravesarla.
En nuestro caso, el trabajo duró dos días y el resultado es visible inmediatamente. Cuando llegamos, se podían ver las filtraciones a través de la estructura, pero hoy, a pesar de la intemperie a la que ha estado expuesta, ya no se ve el agua que se filtra a través de las piedras de la bóveda de mampostería.