Un suelo hundido es una señal de alarma que no podemos pasar por alto. Cuando el suelo de una vivienda se hunde, nos encontramos antes un problema que es necesario solucionar.
El suelo se puede hundir tanto en la parte interior de un edificio, como en la parte exterior. En ambos casos es muy importante descubrir que está pasando y actuar para solucionar el problema. Los pavimentos y las soleras en estos casos nos van a indicar la existencia de una patología en el terreno a la cuál debemos prestar atención.