La consolidación de la cimentación es una necesidad cada vez más frecuente, ligada al asentamiento natural del terreno, a errores de diseño, pero también a fenómenos externos como la sequía, las filtraciones, el arrastre de materiales o las vibraciones. Fenómenos como hundimientos, fisuras, desniveles y situaciones de inestabilidad estructural obligan a adoptar soluciones eficaces, rápidas y sostenibles.
Para afrontar estos problemas existen diversas tecnologías geotécnicas.
En este artículo comparamos dos de las soluciones más extendidas: micropilotes pretensados e inyecciones de resinas expansivas.