Consolidar terrenos de cimentación
¿CUÁL ES SU PROBLEMA?
RESTAURAMOS ESTRUCTURAS Y TERRENOS DE CIMENTACIÓN CON INYECCIONES DE RESINAS EXPANSIVAS
Gracias a la tecnología Uretek Deep Injections®, basada en la inyección de las resinas expansivas Uretek GeoPlus®, solucionamos todos los problemas de asentamiento de los terrenos de cimentación. Disponemos de 5 tipos diferentes de resina expansiva, elegimos cuál inyectar en función de las características del terreno y el tipo de intervención a realizar.
Intervenimos con camiones-taller totalmente equipados y autónomos. Nuestra solución es limpia y eficaz de forma inmediata.
Controlamos en todo momento el inicio de levantamiento de la estructura con instrumentación Láser o Radar para verificar la eficacia de la intervención.
El inicio de levantamiento indica que el terreno de cimentación ha alcanzado un grado de compresión y densificación superior, no sólo al contraste resultante de la carga superior, sino también al contraste mayor que se desarrolla durante el propio levantamiento. Antes y durante las intervenciones realizamos pruebas penetrométricas para cuantificar la mejora efectiva de las características mecánicas del suelo.
En 30 años de actividad hemos realizado más de 55.000 intervenciones
NUESTROS TÉCNICOS, INGENIEROS Y GEÓLOGOS ESTÁN PRESENTES EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL
Las ventajas de la solución Uretek para la consolidación de estructuras:
- Tratamiento homogéneo y localizado que puede extenderse hasta 15 metros de profundidad
- Sin excavaciones ni modificaciones en los muros
- Intervención de conservación que no altera ni daña la estructura
- Orificios de dimensiones muy pequeñas (de 6 a 26 mm)
- Monitorización segura y precisa gracias al sistema láser o radar para ofrecer la máxima precisión
- Resultados verificables en el momento gracias a su eficacia inmediata
- Posibilidad de intervención incluso en sólo una parte de la estructura
- Intervención rápida que no provoca la alteración de las actividades diarias
- No ensucia y no produce polvo, ni ningún tipo de residuos
- Resina estable en el tiempo y producida exclusivamente para Uretek
Campos de aplicación de la solución Uretek
Estructuras, casas y edificios
Iglesias, monumentos, edificios, naves industriales
Estructuras de sujeción, losas
Muelles, embarcaderos, silos, depósitos
Grúas
Explanadas de carga
Terraplenes ferroviarios
Depuradoras
Construcciones anexas a edificaciones ya existentes
Nuevas construcciones en superficies industriales
Piscinas
Aumento del peso de maquinarias
Estribos de viaductos
Aerogeneradores
- Recuperación de la capacidad portante de los terrenos reducida por asentamientos
- Mejora de las propiedades hidráulicas y mecánicas del suelo
- Aumento de la capacidad portante del terreno
- Reducción del riesgo de licuefacción
- Mitigación del riesgo sísmico
Las causas de los asentamientos diferenciales pueden deberse a:
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Desecación de las capas superficiales del terreno o diferencia en la estructura de los terrenos sobre los que se apoya el edificio.
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Fuertes pendientes o sobrecargas cerca de una cimentación.
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Exceso de agua (flujos de agua también debido a la rotura de tuberías - lavado de finos).
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Excavaciones en zonas cercanas al edificio.
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Sótanos parciales o cimientaciones colocadas a varios niveles de profundidad.
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Vibraciones o licuefacciones causadas por fenómenos sísmicos.
Independientemente de la causa del problema, realizamos intervenciones de mejoras para permitir que el sistema estructura-terreno se adapte al nuevo marco estático de trabajo.
Descubre cómo lo hemos resuelto
El asentamiento del terreno de cimentación es un problema común en construcciones que afecta la estabilidad y durabilidad de los edificios. Este fenómeno ocurre cuando el suelo que soporta la estructura sufre un desplazamiento o compactación, provocando que la construcción se hunda o se incline. Algunas de las principales causas del asentamiento del terreno son:
- Composición del suelo: Los suelos arcillosos o limosos son más susceptibles al asentamiento debido a que retienen agua y cambian de volumen con la humedad, causando movimientos diferenciales en la cimentación.
- Presión excesiva sobre el terreno: La sobrecarga causada por el peso de la construcción, o por otras cargas como tráfico o estructuras adyacentes, puede exceder la capacidad del terreno, provocando su compactación.
- Cambios en el nivel freático: Las variaciones en el nivel del agua subterránea, debido a sequías o excavaciones cercanas, afectan la estabilidad del terreno, especialmente en suelos cohesivos que dependen de la humedad para mantener su estructura.
- Vibraciones y actividades sísmicas: Las vibraciones provocadas por maquinaria pesada o movimientos sísmicos pueden reacomodar las partículas del suelo, causando una pérdida de estabilidad en el terreno de cimentación.
- Deficiencias en el diseño de cimentación: Un diseño inadecuado o la falta de estudios geotécnicos previos pueden llevar a una cimentación insuficiente para las características del terreno, lo cual resulta en asentamientos no controlados.
- Erosión del suelo: La erosión causada por lluvias, filtraciones de agua o drenajes inadecuados debilita la capacidad portante del suelo, generando espacios vacíos y asentamientos.
Los asentamientos del terreno pueden ser uniformes o diferenciales. Mientras que el asentamiento uniforme afecta de manera homogénea la estructura, el diferencial causa grietas y fisuras en paredes y suelos, lo que compromete la estabilidad y seguridad del edificio.
Para corregir estos problemas, es recomendable utilizar soluciones como inyecciones de resina expansiva, que compactan y estabilizan el terreno al rellenar cavidades y mejorar su capacidad portante sin necesidad de excavaciones invasivas.
Las grietas en las paredes son un problema frecuente en edificios y viviendas, y pueden deberse a diversas causas, relacionadas tanto con el terreno como con la propia estructura de la construcción. Identificar el origen de estas grietas es clave para aplicar una solución efectiva y evitar problemas mayores. Algunas de las principales causas de la aparición de grietas en las paredes son:
- Asentamiento diferencial del terreno: Cuando el terreno de cimentación sufre un asentamiento desigual, la estructura se ve sometida a tensiones y deformaciones. Esto genera grietas, sobre todo en las paredes y las zonas de unión de la estructura, debido a que algunas áreas se hunden más que otras.
- Contracción de materiales: En su proceso de secado, materiales como el hormigón y el mortero pueden encoger, lo cual es común en el primer año de la construcción. La contracción de estos materiales provoca pequeñas grietas en superficies como paredes y suelos, conocidas como "grietas por retracción".
- Cambios de temperatura y humedad: Las variaciones de temperatura y humedad provocan dilatación y contracción de los materiales de construcción, en especial en climas extremos. Este movimiento continuo genera tensiones que pueden dar lugar a grietas, sobre todo en materiales rígidos como el hormigón y el ladrillo.
- Carga excesiva: Las paredes sometidas a una carga superior a la prevista, ya sea por remodelaciones o cambios en el uso del espacio, pueden agrietarse. Esto ocurre especialmente en construcciones donde no se consideraron adecuadamente las sobrecargas.
- Deficiencias estructurales o de diseño: Un diseño arquitectónico inadecuado o errores en la construcción, como el uso de materiales de baja calidad o técnicas incorrectas, pueden debilitar la estructura y hacerla propensa a fisuras y grietas.
- Vibraciones y movimientos sísmicos: Las vibraciones producidas por maquinaria, tráfico pesado o movimientos sísmicos pueden afectar la estabilidad de las paredes y provocar grietas en zonas críticas, especialmente en construcciones más antiguas.
- Erosión o pérdida de material de soporte: La erosión del terreno por agua, ya sea por drenaje inadecuado, filtraciones o movimientos de agua subterránea, puede provocar vacíos en el terreno, lo que afecta la estabilidad de los cimientos y genera grietas en las paredes.
Un flujo de agua continuo o cambios en los niveles de humedad del terreno pueden generar asentamientos diferenciales en el suelo de cimentación por diversas razones:
- Erosión del suelo: El flujo de agua a través o debajo de los cimientos puede arrastrar partículas del suelo, especialmente en terrenos arenosos o granulares. Esta pérdida de material crea cavidades y áreas con menos soporte bajo los cimientos, lo que provoca que algunas zonas se hundan más que otras, generando asentamientos diferenciales.
- Cambio en la compactación del suelo: En suelos arcillosos, la humedad afecta la cohesión de las partículas y reduce la compactación. Cuando el suelo absorbe agua, se hincha, y cuando se seca, se contrae. Este ciclo continuo de expansión y contracción provoca inestabilidad en el terreno y asentamientos desiguales en la cimentación.
- Lavado del relleno: En terrenos con rellenos o materiales sueltos, el agua puede llevarse las partículas más finas del relleno, reduciendo su estabilidad y capacidad de soporte. El lavado de estos materiales puede debilitar el suelo y producir vacíos que causan hundimientos diferenciales.
- Reducción de la capacidad portante: El agua saturada en el terreno puede reducir su capacidad portante, especialmente en suelos cohesivos. Cuando el terreno está saturado, las partículas pierden fricción y estabilidad, lo que afecta su capacidad de soportar el peso de la estructura. Esto se traduce en asentamientos desiguales, sobre todo en suelos con diferentes capacidades de drenaje.
- Aumento de la presión hidrostática: En terrenos con capas de suelo de baja permeabilidad, el agua puede acumularse, aumentando la presión hidrostática. Esta presión puede desplazar partículas y causar asentamientos diferenciales, especialmente cuando el agua se mueve de una zona a otra de forma desigual.
Aumentar la capacidad portante de un terreno es necesario cuando el suelo natural no es capaz de soportar el peso de una estructura sin sufrir asentamientos significativos, lo que podría comprometer la estabilidad y seguridad de la construcción. Las principales razones para reforzar la capacidad portante de un terreno son:
- Condiciones de suelo débil o inestable: En suelos blandos, la capacidad portante es baja debido a su falta de cohesión y alta compresibilidad. Estos terrenos no son adecuados para soportar estructuras pesadas, por lo que se requiere mejorar su capacidad para evitar hundimientos.
- Cargas estructurales elevadas: En construcciones con grandes cargas, como edificios de varios pisos, puentes o instalaciones industriales, el peso que se transmite al terreno es considerable. Si el suelo no se refuerza, es probable que no soporte estas cargas, provocando asentamientos que afecten la integridad de la estructura.
- Asentamientos diferenciales: Cuando existe el riesgo de asentamientos desiguales debido a variaciones en la composición o compactación del suelo, aumentar la capacidad portante ayuda a reducir estos asentamientos y a garantizar una base uniforme y estable para la estructura.
- Modificaciones estructurales o ampliaciones: Cuando se agregan pisos o se remodela un edificio para albergar cargas adicionales, el suelo de cimentación puede no estar preparado para soportar el aumento de peso. Reforzar el terreno en estos casos evita que se generen asentamientos imprevistos y asegura la estabilidad de la estructura original y las ampliaciones.
- Terrenos erosionados o con cavidades: En zonas donde el terreno ha sido erosionado por flujos de agua, se han formado cavidades o existe riesgo de pérdida de material de soporte, la capacidad portante se ve comprometida. El refuerzo del suelo permite llenar estos espacios y prevenir hundimientos.
- Inestabilidad debido a condiciones ambientales o climáticas: En áreas con variaciones significativas de humedad, como suelos arcillosos que se expanden y contraen, o zonas propensas a sequías e inundaciones, aumentar la capacidad portante ayuda a reducir el impacto de estos cambios en la cimentación.
Disminuir el riesgo de licuefacción del terreno es esencial para proteger la integridad de las estructuras y la seguridad de las personas. La licuefacción es un fenómeno en el cual el suelo pierde su resistencia y rigidez debido a un aumento de la presión del agua intersticial, generalmente como resultado de un sismo o una carga dinámica. Esto convierte al suelo en una masa similar a un líquido, incapaz de soportar estructuras. Las principales razones para reducir este riesgo son:
- Evitar el colapso estructural: Durante la licuefacción, el terreno pierde temporalmente su capacidad de soporte, lo que provoca que las cimentaciones se hundan, se inclinen o incluso colapsen. Esto representa un peligro crítico para estructuras como edificios, puentes, carreteras y otras infraestructuras.
- Proteger la seguridad de los ocupantes: La inestabilidad del terreno puede llevar al colapso repentino de construcciones, lo que pone en riesgo la vida de quienes ocupan esos espacios. Minimizar el riesgo de licuefacción es una medida preventiva importante para salvaguardar la seguridad humana en áreas sísmicas.
- Evitar daños en sistemas subterráneos: Las tuberías, alcantarillados, cables eléctricos y otras instalaciones subterráneas también pueden ser dañadas cuando el suelo pierde su consistencia. La licuefacción provoca que estos sistemas se desplacen, fracturen o colapsen, lo que representa un riesgo adicional para los habitantes y servicios críticos de la zona.
- Preservar la estabilidad de infraestructuras críticas: En áreas con alta actividad sísmica, la licuefacción puede afectar infraestructuras clave como hospitales, plantas de energía o centros de comunicación, que deben mantenerse operativos durante emergencias. Aumentar la estabilidad del terreno ayuda a proteger estas instalaciones.
- Prevenir desplazamientos del terreno: La licuefacción no solo afecta el lugar exacto donde ocurre, sino que puede provocar deslizamientos de tierra o desplazamientos laterales de suelos cercanos, dañando propiedades e infraestructuras adyacentes.
- Reducir costos de reparación y mantenimiento: El daño por licuefacción puede ser extenso y costoso de reparar, especialmente si afecta los cimientos y las estructuras de un edificio. Las técnicas preventivas, aunque tienen un costo inicial, evitan gastos mayores a largo plazo al proteger el terreno y la construcción.