Los suelos arcillosos son especialmente comunes en muchas zonas del territorio, tanto en áreas urbanas como rurales. Sin embargo, presentan una característica que los hace especialmente problemáticos: su gran variabilidad volumétrica en función del contenido de humedad. Esta condición los convierte en uno de los tipos de terreno más inestables desde el punto de vista geotécnico, y una fuente habitual de asentamientos diferenciales, grietas en muros, desniveles en suelos y otros daños estructurales.
En este artículo, analizaremos los principales problemas que generan los suelos arcillosos y presentaremos soluciones de refuerzo para suelos arcillosos mediante el empleo de las inyecciones de resina expansiva que aplicamos en Uretek.