Las fisuras en soleras de hormigón son un suceso bastante habitual, cuando nos encontramos con la presencia de este tipo de fisuras es importante analizar y comprender el origen de su aparición. De esta forma podremos ponerle solución al problema.
Lo primero de todo, es importante tener en cuenta que en este caso vamos a hablar de las fisuras. En más de una ocasión hemos hecho referencia a la diferencia entre grietas y fisuras. Las fisuras, por definición, son aquellas grietas o hendiduras que se producen en un objeto y que tienen un tamaño normalmente inferior a 1 mm. Cuando estas hendiduras tienen un tamaño superior ya empiezan a denominarse grietas.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LAS FISURAS EN SOLERAS DE HORMIGÓN?
Las causas pueden ser muchas y muy variadas, pero normalmente se suelen englobar en dos causas más habituales:
- Problemas en la construcción de la solera
- Problemas de asentamiento en el terreno
¿CUÁNDO UNA FISURA APARECE POR PROBLEMAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOLERA?
Se dice que una fisura aparece por problemas de construcción o ejecución de una solera cuando se ha producido un fenómeno de retracción en el hormigón a causa de un mal fraguado o cuando se han producido problemas en las juntas. También la elección de los materiales o la ejecución de su puesta en obra puede provocar la aparición de las fisuras en soleras de hormigón.
¿CUÁNDO UNA FISURA APARECE POR PROBLEMAS DE ASENTAMIENTO EN EL TERRENO?
Es posible que aparezcan fisuras en soleras de hormigón debido a problemas de asentamientos en el terreno. Esto puede ser debido a una mala compactación del terreno bajo la solera. Encontrarnos con terrenos arenosos, poco densos o lavados, pueden provocar la aparición de estos asentamientos.
Las soleras o pavimentos de las naves industriales normalmente llevan un pequeño relleno que puede tener una compactación deficiente o haber sufrido problemas posteriores a su ejecución debidos al lavado de finos por rotura de tuberías o problemas de fugas en la canalización de aguas entre otras causas.
Estas situaciones provocarán la aparición de un asentamiento que puede derivar en la aparición de grietas y fisuras. En estos casos es muy importante realizar una inspección y una monitorización que nos permita identificar la patología existente y ver su evolución en el tiempo. Una fisura puede terminar derivando en una grieta, por ello debemos hacer un seguimiento por si evolucionan creciendo a lo largo o formando escalones que dificultan la usabilidad de la solera, así como debilitamiento estructural de esta.
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