Antes de proceder a la reparación, es fundamental identificar el tipo de fisura y su causa. Las fisuras en pavimentos pueden clasificarse en dos categorías principales:
- Fisuras estéticas: Son pequeñas grietas superficiales que no afectan la estructura del pavimento. Pueden ser causadas por el desgaste natural, cambios de temperatura, o la contracción del material.
- Fisuras estructurales: Son grietas más profundas y amplias que suelen ser indicativas de problemas subyacentes en el terreno. Estas fisuras pueden ser causadas por asentamientos diferenciales, la erosión del suelo, o cargas excesivas.
Las fisuras estructurales requieren un enfoque más sofisticado, ya que su reparación implica la estabilización del terreno subyacente. Una de las técnicas más efectivas es la inyección de resina expansiva, que consolida el terreno y soluciona de raíz el problema de las fisuras en pavimentos.
Evaluación del terreno:
Antes de proceder con las inyecciones de resina, es crucial realizar una evaluación detallada del terreno para identificar la causa exacta de las fisuras y determinar la mejor estrategia de inyección. Nuestra recomendación es siempre llamar a empresas especialistas en el sector. En Uretek realizamos inspecciones y presupuestos gratuitos en toda España y contamos con más de 30 años de experiencia.
Pasos a seguir:
- Inspección visual: Realizar una inspección visual para identificar el patrón y la extensión de las fisuras.
- Estudios geotécnicos: En algunas ocasiones es necesario realizar estudios del suelo para evaluar su consistencia, densidad y capacidad de carga.
Preparación y aplicación de inyecciones de resina:
Una vez realizada la evaluación, se puede proceder a definir el proyecto de tratamiento necesario. En función de la causa que haya provocado la aparición de las fisuras en pavimentos, será necesario realizar un tipo de intervención u otra.
Pasos a seguir:
- Realización de ensayo penetrométrico: Para comprobar el estado inicial del terreno a tratar.
- Perforación de los agujeros: Perforar una serie de agujeros a lo largo de la malla de inyección diseñada, llegando hasta la profundidad necesaria para alcanzar el terreno problemático.
- Inyección de resina: Utilizar equipos de inyección especializados para introducir la resina en los tubos o cánulas colocados en los agujeros perforados. La resina se expandirá y endurecerá, consolidando el terreno y solucionando el problema de raíz.
- Monitorización láser: Supervisar el proceso de inyección para asegurarse de que la resina se distribuya uniformemente y logre la consolidación deseada.
- Sellado de la superficie: Una vez que la resina se ha expandido, se sellan las perforaciones con mortero de reparación.
- Realización de ensayo penetrométrico: Una vez finalizada la intervención se vuelve a realizar un ensayo penetrométrico para comprobar la mejor del terreno tratado.
