Grietas en las paredes de mi casa: ¿por qué aparecen?

     

    Muchos edificios están expuestos a problemas más o menos importantes y complejos con los que lidiar, independientemente de si están hechos de piedra, bloques de hormigón o ladrillos sólidos.

    La causa se encuentra en defectos de construcción (por ejemplo, cimientos de tamaño insuficiente) o problemas relacionados con la naturaleza del terreno (pendiente, excavaciones, nuevas construcciones adyacentes, tipo de terreno etc.). Además, pueden intervenir una serie de factores agravantes, como la presencia de árboles y agua y/o la ejecución de obras inadecuadas (obras viales). 

    En la mayoría de los casos, estos problemas estructurales, que se manifiestan por la aparición de grietas en las paredes del edificio, no deben tomarse a la ligera y tratarse con una masilla simple, absolutamente inadecuada para la situación. 

    A los ojos de quienes no la entienden, una grieta no es más que una fisura, ya sea vertical, horizontal u oblicua, y su origen no es fácilmente identificable a primera vista. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente no actuar por iniciativa propia, ya que corre el riesgo de empeorar la situación. 

    Solo los especialistas reconocidos por su know-how en este campo son capaces de identificar claramente el problema y aplicar el tratamiento adecuado: consolidación de los cimientos de un edificio, impermeabilización de muros subterráneos, reconstitución de trabajos de albañilería, etc. Estas son operaciones altamente técnicas.

    AGUA Y PRECIPITACIONES

    No es raro encontrarse con sistemas dañados, con fugas o tuberías en mal estado de mantenimiento, que provocan una acción erosiva local bajo las viviendas. Esto crea huecos que a menudo causan hundimientos. El agua es una de las principales causas de problemas. Además de las fugas en las instalaciones, los problemas pueden ser el resultado de reparaciones constructivas inadecuadas (desagües, canaletas, sistemas de riego demasiado cerca) o de la circulación natural del agua por el terreno.

    Problemas de las precipitaciones de agua

     

    NATURALEZA DEL TERRENO

    Debido a hundimientos o deslizamientos, algunas edificaciones pueden sufrir daños más o menos importantes, dependiendo de la composición del terreno (arcillas, arenas poco densas, o en todo caso terrenos poco densos y/o sujetos a lavados, etc.) Estos daños puedes ser grietas en las paredes por ejemplo. 

    Los terrenos gravosos y arenosos son naturalmente drenantes: al no retener las aguas subterráneas, favorecen la salida de las aguas pluviales y/o superficiales. Otros terrenos, como los terrenos arcillosos o limosos, son mucho más sensibles a los cambios en el contenido de agua del terreno e incluso pueden perder su capacidad de carga. Por lo tanto, la naturaleza del terreno dicta el tipo de construcción (planta baja, sótano) y el tipo de cimentación (profunda, superficial...). Cuando estos puntos no se respetan, la estabilidad del edificio puede verse comprometida por el hundimiento del terreno.

    Grietas por la naturaleza del terreno

     

    MOVIMIENTOS DEL TERRENO QUE PROVOCAN GRIETAS EN LAS PAREDES DE MI CASA

    Los riesgos asociados con los movimientos del terreno son reales, Como resultado de varios factores como derrumbes o hundimientos, el terreno puede verse afectado por cambios más o menos rápidos, que corren el riesgo de dañar los cimientos de una vivienda o incluso de edificios enteros. Los movimientos del terreno se clasifican en dos categorías: los que se consideran lentos y continuos o los que son rápidos y repentinos o bruscos.

    En cualquier caso, estos eventos ocasionales inevitablemente causan mucho daño. El desarrollo de especies arbóreas cerca de las edificaciones, las excavaciones y/o movimientos de terrenos cerca de las edificaciones pueden provocar importantes desequilibrios. Otro agravante es la presencia de cavidades, más o menos profundas, derivadas de la explotación del subsuelo y/o de fenómenos naturales (por ejemplo, el karst). A veces se producen derrumbes debido a túneles excavados en el pasado. Finalmente, salvo que la vivienda se haya construido con criterios antisísmicos, también hay que tener en cuenta el riesgo sísmico, que varía según la zona.

    Movimientos de la tierra

     

    SEQUÍA Y ARCILLA

    A diferencia de otros materiales, la arcilla es particularmente sensible a la variación del contenido de agua en él. En circunstancias normales, absorbe parte del agua contenida en el terreno. En períodos lluviosos, algunos tipos de arcilla se empapan en agua, se vuelven maleables y tienden a expandirse. Por el contrario, con el fuerte calor, estas arcillas se secan y se encogen. Estas dos características dan lugar al fenómeno de contracción e hinchamiento del terreno. Los edificios construidos en estos terrenos, especialmente las viviendas unifamiliares, a menudo están sujetos a variaciones, independientemente de la temporada, que comprometen su integridad estructural y causan la formación de grietas.

    La sequía afecta a muchas regiones. Además de estar sujetos a contracción e hinchamiento, los terrenos arcillosos también se ven directamente afectados por la escasez de agua, volviéndose secos y desmenuzables. Como resultado, el asentamiento de los terrenos, especialmente los suelos arcillosos, causado por la sequía significa que los cimientos no pueden cumplir plenamente su función, lo que provoca grietas en las paredes de la estructura y / o a nivel de los propios cimientos. Cabe señalar que la sequía puede considerarse un verdadero desastre natural.

    Problemas de la sequía y la arcilla

     

    VEGETACIÓN

    La vegetación colocada demasiado cerca de la casa es motivo de preocupación, ya que el radio de desarrollo de las raíces de un árbol es más amplio de lo que parece y puede alcanzar hasta 1,5 veces la altura de la planta adulta. Las raíces absorben agua, haciendo que el suelo se seque verticalmente y alrededor del tronco.

    Debajo de los edificios, el terreno permanece húmedo por más tiempo, estando protegido de los rayos del sol, por lo que la evaporación natural se produce gradualmente desde los lados periféricos de la casa. Además, los árboles en el área circundante tenderán a desarrollar un sistema de raíces en la dirección de la casa y sus cimientos, absorbiendo agua y empujando o elevando el terreno al mismo tiempo. Este fenómeno puede dar lugar a problemas estructurales, como la elevación.

    El volumen de agua requerido para el crecimiento de un árbol o arbusto es proporcional al área total del follaje (la llamada superficie de la hoja). Cuanto más densas y numerosas sean las hojas, mayor será la extracción de agua. Robles, plátanos, chopos y sauces se encuentran entre las especies más exigentes, con un área de influencia que puede alcanzar hasta los 40 metros.

    Problemas de la vegetación