Los daños causados por un terremoto a los edificios pueden ser muy evidentes o completamente intangibles.
Cuando finaliza el movimiento sísmico, es necesario evaluar cualquier daño presente en la edificación.
Puede que nos encontremos con libros volcados, perros que ladran constantemente pero también podemos notar grandes grietas en las paredes. En un momento de tensión y mucho miedo, incluso pudimos dudar de la presencia de esas grietas o pared agrietada incluso antes del terremoto.
La verdad básica es que, tras un evento sísmico, una edificación podría haber sufrido mucho más daños de los que son visibles a simple vista. Hay varios factores a considerar antes de determinar si la propiedad es segura o no. Averigüemos juntos qué tipos de grietas pueden ocurrir después de un terremoto, que obviamente dependen de la técnica de construcción con la que se construyó el edificio.
¿DÓNDE APARECEN GRIETAS DESPUÉS DE UN TERREMOTO?
Para analizar adecuadamente la integridad del edificio es necesario recurrir a profesionales y no entrar en la casa si no es segura o si las puertas no se abren.
La señal más evidente de daño después de un terremoto son las grietas en las fachadas.
Revisa el perímetro exterior de la base y observa si hay grietas en las paredes nuevas o problemáticas.
El consejo es revisar especialmente las zonas más débiles, como porches y escaleras, zonas de discontinuidad.
Otro signo revelador de problemas de estabilidad de un edificio es su inclinación repentina o la presencia de paredes que se desmoronan. Este tipo de desperfectos, por lo general, apenas se notan si se está demasiado cerca del edificio. En consecuencia, para una correcta visión de la posición de la casa, es mejor posicionarse al otro lado de la calle.
Una inspección minuciosa de la casa le permitirá averiguar si se han formado grietas nuevas y grandes en las paredes o alrededor de puertas y ventanas.
Finalmente, es bueno verificar que las tuberías y conductos aún estén bien conectados y correctamente.
¿QUÉ PROBLEMAS NOS PODEMOS ENCONTRAR CON LAS GRIETAS EN LAS PAREDES?
El riesgo y la gravedad de los daños en una casa afectada por un terremoto dependen de una serie de factores, que incluyen la extensión del terremoto, la proximidad al epicentro, la edad del edificio y cómo se construyó la casa.
Los edificios en construcción que pueden tener una estructura parcialmente completa corren mayor riesgo y son particularmente vulnerables.
Por lo tanto, si se observan daños estructurales, si la casa está habitada, es preferible que los inquilinos abandonen la casa hasta que haya sido evaluada y revisada minuciosamente por un profesional.
El riesgo, de hecho, es que la casa sea débil y no resista más movimientos, incluso los menores.
POR QUÉ EL CONSEJO DE UN EXPERTO SIEMPRE ES IMPORTANTE
Siendo probablemente no expertos en este campo, nuestro primer pensamiento puede ser limpiar la casa de objetos caídos y volver a poner todo en orden.
Pero ¿cómo sabemos que la casa no ha sufrido daños estructurales? ¿Cómo nos aseguramos de que la casa sea capaz de resistir más terremotos, incluso los más pequeños?
El primer consejo que nos gustaría dar es no pisar una casa que ha sufrido un terremoto, especialmente si hay sospecha de daños estructurales importantes.
Entre otras cosas, es aún más importante evitar las soluciones de bricolaje, ya que corre el riesgo de extender el daño más allá del área visible, con la posibilidad de causar más daños y poner en peligro su propia seguridad.
Por ello, tras un terremoto, siempre es recomendable pedir la opinión de un experto que nos indique qué intervenciones, aunque sean provisionales, realizar para recuperar sus bienes de forma segura dentro de su vivienda o para tranquilizarnos sobre las condiciones de nuestro inmueble.
Ponerse en contacto con una empresa competente en reparaciones estructurales es la mejor manera de asegurar tanto el edificio como a los seres queridos y evitar que los daños ya presentes hagan que la situación sea aún más grave y delicada.