Las grietas se clasifican en 3 categorías, que se indican a continuación comenzando con las más llamativas.
- Las grietas son fisuras que a menudo superan los 15-20 mm de ancho. Casi siempre son pasantes.
- Las fisuras tienen una forma bastante irregular y un ancho de 0,2 a 8 mm. Se llaman "pasantes" si afectan todo el grosor de la pared.
- Las microfisuras tienen una abertura de menos de 0,2 mm. Toman la forma de grietas delgadas y, de hecho, son grietas simples que afectan solo a la capa superficial de enlucidos o recubrimientos. Sin embargo, se debe prestar atención a las microfracturas más o menos lineales (apariencia similar a la de un cabello): a pesar de su delgadez, pueden requerir un monitoreo cuidadoso.
En ambientes interiores, los movimientos del terreno pueden provocar un hundimiento más o menos pronunciado de los pavimentos o soleras. Entre las diversas señales de alarma, se pueden observar la ruptura de las juntas, el desprendimiento de los zócalos o la formación de grietas en el punto de unión entre muros de carga y tabiques. Inicialmente pequeñas (menos de 0,3 mm) y aisladas, las grietas se estiran y ensanchan con el paso del tiempo.
A medida que aumentan las distorsiones, también aparecen grietas a nivel de techos y falsos techos. Los problemas a menudo se notan en los marcos de puertas y ventanas, con un aumento en la resistencia a la apertura y / o cierre. Finalmente, las tensiones mecánicas relacionadas con los movimientos del terreno también tienen un impacto en las tuberías de suministro y descarga de agua. En casos raros, también pueden ocurrir problemas a nivel de instalaciones.
Las fachadas están sujetas a la aparición de grietas, con o sin repercusiones en los muros interiores, dependiendo de la intensidad de los movimientos. El yeso, el estuco y los materiales pegados, como los paneles de acabado y los revestimientos, están sujetos al riesgo de desprendimiento. Las tensiones pueden causar grietas en las paredes, en las uniones con las ventanas, especialmente en las esquinas.
Los revestimientos de los pavimentos se desprenden y se parten, como en ambientes interiores. Las terrazas, elevadas o no, se separan del cuerpo principal y se hunden. Fenómenos similares también pueden afectar a cualquier anexo (marquesinas, garajes, etc.) de la casa principal.
Las tuberías enterradas están expuestas a estiramientos, compresiones y, a veces, incluso roturas. Las canaletas no son una excepción.
