El fallo estructural es un tema muy temido tanto por quienes poseen un edificio como por quienes quieren comprarlo. Puede, de hecho, afectar a la seguridad estructural y, en consecuencia, también el valor económico de una casa.
Pero, ¿qué se entiende por fallo estructural? ¿Cómo podemos evitarlo e identificarlo? ¿Cuáles son las causas que lo generan? Este es un problema serio causado por el hundimiento del terreno ubicado debajo del edificio. Esto significa que los cimientos del edificio podrían desequilibrarse, provocando que las paredes y los pavimentos de la casa se muevan de su posición original así como la aparición de grietas en las paredes.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR UN FALLO ESTRUCTURAL?
El fallo ocurre cuando el terreno debajo de un edificio es inestable y se hunde hasta el fondo.
A menudo se tiende a confundir el concepto de hundimiento con el de asentamiento (descenso provocado por el propio peso del edificio) y con el de levantamiento.
Algunas casas tienen más probabilidades de fallar que otras, debido a una variedad de factores, desde el tipo de terreno en el que se encuentran, hasta el clima local.
Los principales factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir esta patología son:
- Árboles
- Arcilla
- Sequía
- Pérdidas
- Antigüedad del edificio
- Minería
La presencia de grandes arbustos plantados demasiado cerca del edificio puede provocar descolgamientos. Esto se debe a que la planta drena la humedad del terreno, lo que hace que se seque y se hunda.
Los terrenos arcillosos tienden a cambiar mucho con el tiempo. En tiempo cálido y seco, pueden encogerse, agrietarse y moverse, lo que hace que el terreno sea inestable y expone al edificio a un mayor riesgo de fallo estructural.
Lo mismo se aplica a los lugares con riesgo de sequía, donde el terreno podría secarse, ya que las filtraciones que se produzcan en los desagües y conducciones de agua.
Si vives en una casa antigua, puede haber un mayor riesgo de hundimiento porque el edificio puede tener cimientos menos profundos que una casa más nueva.
¿Tu casa fue construida cerca de una antigua cantera o pozo? Puede haber riesgo de fallo estructural también, ya que el material utilizado para rellenar el área puede asentarse.
¿CÓMO SABER SI EL TERRENO DE UNA CASA ESTÁ FALLANDO?
La presencia de grietas en la tabiquería de un edificio o en la mampostería externa es el primer y más común signo de fallo.
Podría haber peligros de fallos estructurales si nota:
- Aparición repentina de grietas, especialmente después de un período prolongado de clima seco.
- Grietas verticales y diagonales en áreas específicas, estrechándose en anchura entre la parte superior e inferior.
- Apertura y cierre de grietas por temporadas.
- Aparición de grietas alrededor de puntos estructurales débiles, como puertas y ventanas.
- Grietas con un espesor superior a 3 mm.
- Las puertas y ventanas se pegan cuando los marcos se deforman.
- Grietas visibles tanto interna como externamente.
Aunque las grietas se encuentran entre los signos típicos de hundimiento, en algunas circunstancias la causa de su aparición se encuentra en las contracciones e hinchamientos naturales que se producen según las variaciones climáticas y los niveles de humedad.
¿CÓMO CONSOLIDAR LOS CIMIENTOS DE UNA CASA?
Si temes que tu edificio pueda estar en riesgo de derrumbarse, el consejo es ponerse en contacto con empresas con experiencia en reparaciones estructurales y capaces de asegurar tu hogar.
Evidentemente, dependiendo de la empresa con la que se vaya a contactar, las técnicas e intervenciones implementadas para la consolidación del terreno de cimentación del edificio podrían cambiar.
En estos casos, en Uretek intervenimos con el método Deep Injections que consiste en inyecciones de resina expansiva GeoPlus. Es una tecnología que asegura una acción inmediata, con resultados visibles al instante. La intervención también es monitoreada al milímetro, gracias al uso de tecnología láser avanzada.
Tras la primera inspección, Uretek identifica las posiciones de las perforaciones a realizar, imprescindibles para la posterior inyección de la resina Geoplus.
La intervención es mínimamente invasiva, ya que no es necesario montar una obra ni realizar excavaciones o trabajos de albañilería.
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