La deformación de pavimento se produce cuando una superficie que debería ser plana y estable presenta irregularidades permanentes: ondulaciones, zonas hundidas, inclinaciones o fisuras. Este problema puede darse tanto en espacios interiores como exteriores, afectando a cualquier tipo de pavimento, aceras, carreteras, plataformas logísticas o superficies de uso público.
En muchos casos, estas deformaciones son el resultado de problemas ocultos en el terreno subyacente, que pierde su capacidad de carga o su homogeneidad con el tiempo.
La experiencia de Uretek nos ha demostrado que, detrás de un pavimento dañado, casi siempre existe una alteración en el terreno de cimentación. Entre las causas más habituales encontramos:
- Asentamientos diferenciales: Cuando el terreno cede de forma desigual, se generan desniveles que derivan en hundimiento de pavimento y zonas irregulares.
- Pérdida de material de soporte: Filtraciones de agua, roturas de conducciones o lavado del subsuelo pueden arrastrar finos y vaciar huecos bajo el pavimento, provocando su colapso.
- Compactación insuficiente: Si en la fase de construcción no se compacta adecuadamente la base, se incrementa el riesgo de que aparezcan pavimentos deformados con el paso del tiempo.
- Sobrecarga de uso: El tráfico de vehículos pesados o la acumulación de maquinaria en zonas puntuales puede superar la capacidad portante del terreno, generando fallos en superficies.
- Factores climáticos: Ciclos de sequía y humedad, heladas o cambios bruscos de temperatura pueden alterar las propiedades mecánicas del suelo.
Los problemas del terreno pueden manifestarse en el pavimento de distintas formas:
- Fisuras en pavimentos en forma de araña o líneas rectas.
- Hundimiento de pavimento localizado o generalizado.
- Aparición de bultos o zonas abombadas.
- Desniveles que dificultan el tránsito o el uso de maquinaria.
Identificar estos síntomas a tiempo es clave para evitar que la deformación se agrave y afecte a la estructura circundante.
En Uretek utilizamos la tecnología Uretek Deep Injections®, un sistema de consolidación de terrenos de cimentación basado en la inyección controlada de resinas expansivas de alta densidad.
El proceso de intervención:
- Diagnóstico inicial: Realizamos un análisis previo para determinar la causa de la deformación.
- Perforaciones mínimas: Se ejecutan pequeños orificios (de unos milímetros) en la zona afectada.
- Inyección de resina expansiva: La resina se introduce en el terreno, donde reacciona aumentando de volumen, compactando el suelo y rellenando huecos.
- Nivelación del pavimento: En muchos casos, la expansión controlada de la resina permite elevar la superficie deformada hasta su posición original, siempre que la estructura lo permita.
- Control y verificación: Utilizamos instrumentación láser para monitorizar cada fase y garantizar que se alcanza la estabilidad deseada.
