Las grietas verticales en los pilares pueden deberse a diversas razones, y la identificación de la causa subyacente es crucial para determinar la solución más adecuada. A continuación, se describen algunas de las causas más comunes:
- Asentamiento desigual del terreno
Una de las causas más frecuentes de grietas en los pilares de una vivienda es el asentamiento desigual del terreno sobre el que se apoya la estructura. Este fenómeno ocurre cuando el suelo no es homogéneo y algunas áreas se compactan más que otras, provocando que partes del edificio se hundan de manera desigual.
Este movimiento diferencial puede causar tensiones en los pilares, que están diseñados para soportar cargas verticales. Cuando el asentamiento es desigual, el pilar puede ser sometido a fuerzas adicionales, lo que puede generar grietas verticales en su superficie.
- Deficiencias en la cimentación
Si la cimentación no fue diseñada o ejecutada correctamente, puede no estar distribuyendo adecuadamente las cargas del edificio. Esto puede generar sobrecargas en algunos pilares y provocar grietas. Además, si la cimentación no es lo suficientemente profunda o sólida, los movimientos naturales del terreno, como la expansión y contracción del suelo por cambios en la humedad, pueden afectar directamente a los pilares, causando fisuras.
- Retracción del hormigón
El hormigón es el material más utilizado en la construcción de pilares y, aunque es extremadamente resistente, tiene una tendencia natural a la retracción o contracción a medida que se seca y endurece. Si el hormigón de los pilares no se cura adecuadamente o si se utilizan mezclas con un exceso de agua, el proceso de retracción puede generar grietas verticales.
Estas grietas son generalmente más finas que las causadas por fallos estructurales, pero pueden evolucionar si el edificio está sometido a otros factores de tensión.
- Vibraciones y trabajos cercanos
La construcción de nuevos edificios o la realización de obras en las cercanías de la vivienda pueden generar vibraciones que afectan a la estabilidad de los pilares. Estas vibraciones, junto con el peso que ya soportan los pilares, pueden provocar tensiones adicionales que acaben manifestándose en forma de grietas verticales.
Este tipo de problema es más común en viviendas cercanas a obras de infraestructura pesada, como carreteras, ferrocarriles o edificios altos, donde las vibraciones son más intensas.
- Movimientos sísmicos
Aunque no es una causa tan frecuente en zonas con baja actividad sísmica, los movimientos de tierra, incluso los más leves, pueden generar grietas en los pilares. Los edificios están diseñados para soportar cargas verticales, pero cuando se ven sometidos a fuerzas laterales o movimientos del terreno, los pilares pueden verse afectados y aparecer grietas.
- Humedad excesiva o variaciones en el nivel freático
El exceso de agua en el terreno o cambios bruscos en el nivel freático pueden afectar la cimentación y provocar movimientos diferenciales. Además, la humedad puede filtrarse en el hormigón, deteriorándolo a largo plazo y provocando grietas verticales en los pilares.
Una de las soluciones más eficaces para tratar una grieta vertical en un pilar, especialmente cuando se debe a problemas en la cimentación o el terreno, es el uso de inyecciones de resina expansiva, una técnica innovadora que ha demostrado ser muy efectiva en la estabilización del terreno y la reparación de problemas estructurales.
Entre las ventajas de este método destacan:
- Ejecución rápida: Las inyecciones de resina se aplican en un periodo de tiempo mucho más corto que otras soluciones tradicionales, como el recalce de cimentaciones.
- Sin necesidad de obras invasivas: No requiere de excavaciones ni demoliciones, lo que reduce el impacto sobre la estructura del edificio y minimiza las molestias para los habitantes.
- Precisión y control: El proceso es monitoreado en tiempo real mediante tecnología láser de alta precisión que permite controlar la expansión de la resina y asegurarse de que el terreno se estabiliza adecuadamente.
- Solución duradera: La resina es altamente resistente y garantiza que el terreno permanezca estable a largo plazo, previniendo la reaparición de grietas en los pilares.
