Refuerzo de un terraplén para la creación de un carril bici
Estabilización mediante hormigón proyectado + microanclajes
Para crear un nuevo carril bici, utilizando un corto túnel bajo la A10 entre Blois y Fossé, el departamento de Loir-et-Cher tuvo que realizar una serie de modificaciones, entre ellas una reducción del coste de la obra. Para conseguirlo, Uretek utilizó Microanchors, su nuevo procedimiento patentado, que evita la deformación de estructuras construidas contra el terreno.
Refuerzo del terraplén para poder crear un carril bici anexo a la carretera
El proyecto consistía en crear un carril bici que uniera la ciudad de Blois y el municipio de Fossé, para proporcionar un enlace de alta calidad entre ambos municipios. La mayor dificultad del proyecto era pasar por debajo de la estructura de la autopista A10. Se tuvo que estudiar una reducción del tamaño de la obra para poder pasar el diseño que es de tres metros de ancho.
El proyecto de este terraplén inclinado se llevó a cabo en dos fases.
- La primera fase consistió en movimientos de tierra en la parte superior del talud, en la que instalamos dos filas de anclajes.
- Una vez estabilizada la parte superior, pasamos al movimiento de tierras al pie del talud para crear nuestra última fila de anclajes.
La ventaja de este método en este caso fue sobre todo la rapidez de ejecución, poder trabajar en coordinación con el hormigón proyectado, y sobre todo el poco espacio que necesitábamos para trabajar.
Fases de la intervención
La primera fase fue el hormigón proyectado, seguido de los anclajes de Uretek.
Inmediatamente después, aplicamos la capa de acabado a la pared para poder empotrar las cabezas de anclajes de Uretek.
Así que tuvimos que lidiar con un calendario muy apretado, lo que nos permitió trabajar juntos en este proyecto.
La colaboración con los equipos fue muy bien, porque incluso cuando tuvimos que hacer frente a circunstancias imprevistas, siempre conseguimos comunicarnos para poder responder al proyecto a tiempo.
Las pruebas geotécnicas realizadas antes de las obras obligaron a modificar por completo el proyecto inicial.
En lugar de cortar el muro tres metros en su base, creando un muro de contención subvertical, se remodeló todo el terraplén, lo que obligó a las empresas EBCG y Uretek a reajustar su metodología y el escalonamiento de las obras, sin dejar de cumplir los plazos fijados.
Disponemos de equipos de tres personas con un jefe de obra, que está supervisado por nuestro jefe de obra especializado en estos anclajes. Con este equipo de tres personas, conseguimos tener un ritmo mínimo de diez anclajes al día. En el caso de los anclajes en tierra, de fácil acceso, tenemos un mínimo de quince anclajes perforados e inyectados en un día.
COMPOSICIÓN E INSTALACIÓN DE LOS MICROANCLAJES
Los microanclajes se componen de un cable central, resina expansiva y un tubo exterior que también se utiliza para la inyección. Todo el conjunto es de acero inoxidable, lo que lo hace resistente a la corrosión.
Tras unos metros de perforación previa, el conjunto, provisto de una punta cónica en su base, se introduce por vibración en el suelo.
Una vez colocado el microanclaje, se le acopla una pistola inyectora para inyectar la resina a presión en la base del microanclaje, es decir, en su punta, que se encuentra a cuatro o cinco metros de profundidad en el suelo.
La resina sale del tubo, se expande en el suelo, se polimeriza en unos segundos y adquiere su resistencia mecánica al cabo de unas horas. De este modo, los microanclajes pueden tirarse muy rápidamente y tensarse a las pocas horas de su fabricación.
Realizamos pruebas de carga constante de los microanclajes de acuerdo con la norma de pruebas de inspección y aceptación. Para lograrlo, Uretek ha diseñado un equipo de prueba específico consistente en un gato hidráulico controlado por ordenador. La prueba se realiza automáticamente, con un registro continuo de los parámetros. Los datos se analizan y se transcriben en un informe de la prueba.
Así que está claro que los microanclajes, por su forma de uso y de construcción, también son un sistema de anclaje ligero, económico y, sobre todo, respetuoso con el medio ambiente. No se necesita agua para hacer microanclajes, es una obra limpia, no hay inyección de cemento, ni bentonita para perforar, ni lodo de perforación.
Una vez que los equipos de Uretek terminaron su trabajo, el carril bici pudo trazarse con total seguridad, para alegría de los caminantes.