La intervención de recompresión y consolidación efectuada en el C.E.I.P. Nuestra Señora Caños Santos, en Cañete la Real (Málaga), ha tenido como objetivo inyecciones de resina en el suelo de cimentación subyacente por 19 zapatas aisladas.
El terreno de la zona arcilloso, de forma que puede sufrir procesos de hinchamiento y desecación, los cuales de hecho se producen por la entrada de agua junto a cimentación debido a los acerados rotos y a las bajantes que vierten ahí sin canalizar (ambos elementos son reparados para evitar dicha entrada de agua). En la zona afectada el terreno había perdido su capacidad portante. La fisuración comenzó lentamente pero se fue agravando a medida que los elementos exteriores se deterioraban y la entrada de agua era mayor.
Las inyecciones se hicieron tanto dentro como fuera del edificio ya que por la dimensión de las zapatas eran necesarios varios puntos de inyección. Las perforaciones, con un diámetro de 28mm debajan una marca mínima en la solería.
La tecnología aplicada, protegida por la Patente Europea n º 0851064 de propiedad de la empresa Uretek Srl, ha permitido la densificación en las profundidades del terreno a través de la inyección en el terreno mismo de resinas de poliuretano con alta presión de expansión, que, expandiéndose han transmitido al volumen sólido a su alrededor una acción de compactación que origina un aumento de capacidad de carga.
Las inyecciones con el fin de cubrir la totalidad del volumen de suelo a tratar, se realizaron mediante la colocación de conductos de inyección alternada en diferentes planos de profundidad, llamados en adelante "niveles". El plan de intervención consistió en inyectar en el volumen de terreno los tres (3) primeros metros bajo la cota de apoyo de la cimentación, tratando la zona de compacidad floja.
Una vez en obra se realizaron cuatro (4) pruebas penetrométricas para determinar las características del terreno, 2 antes de la intervención y 2 después. Se detectaron golpeos bajos desde el apoyo de la cimentación hasta la cota -3,5m. Después de la intervención se verificó por la prueba penetrométrica que el terreno había incrementado su resistencia penetrométrica por punta hasta un 70%.
