La resina se inyecta cuando se encuentra en estado líquido, mientras está en su fase expansiva, y como primer efecto alcanza inmediatamente los huecos bajo la solera llenándolos. Siguiendo con la inyección la resina no tiene posibilidad de expandirse hacia el fondo, y empieza a levantar la solera.
El principio de levantamiento se evidencia inmediatamente por medio de un sistema láser, y esto permite decidir si seguir con las inyecciones, levantando el pavimento, ó atenerse a la consolidación del terreno de apoyo de este. El levantamiento se mantiene bajo control milimétrico en tiempo real.
Las inyecciones con el fin de cubrir la totalidad de la superficie a tratar, se realizaron mediante la colocación de conductos de inyección con una distribución aproximada de un tubo de inyección cada 1 m², siendo el diámetro de los tubos 8 mm.
El plan de intervención consistió en inyectar en toda la superficie afectada de la losa, consolidando el suelo bajo la misma y levantando la solera en aquellos puntos en que era necesario. La duración de la intervención ha sido de dos días. Gracias al reducido diámetro de las perforaciones, se han tapado con mortero después de la inyección, permitiendo sustituir solamente las baldosas en las que se había realizado la inyección.
