El presente articulo contempla las soluciones más frecuentes para resolver fallos en las cimentaciones.
Una vez conocidas las causas y las patologías que se derivan de ellas, se ha de establecer si, a la vista de los daños y de las causas que los han producido, es o no es necesario el realizar alguna clase de intervención.
ASPECTOS PREVIOS A TENER EN CUENTA
Para aquellos casos en los que la intervención se revele necesaria, se pueden emplear distintas técnicas para subsanar o, al menos, para frenar los procesos patológicos, señalando para cada una de esas técnicas los condicionantes que se plantean en el proceso de selección de la solución más adecuada para el caso concreto de que se trate.
Cuando existe un proceso patológico relacionado con la cimentación o con el terreno afectado por dicha cimentación, o bien disminuye (o se pierde) la seguridad frente a la rotura del terreno o bien se alcanzan unas deformaciones que no son tolerables para el edificio, es necesario, tanto en la fase de diagnóstico del proceso patológico como en la fase de intervención para la subsanación de dicho proceso, la comprobación de la estabilidad del propio cimiento en relación con el terreno afectado por ese cimiento y la estabilidad del conjunto cimiento-estructura.
SOLUCIONES PARA LOS FALLOS EN LA CIMENTACIÓN
Las soluciones de intervención en un edificio con fallos en la cimentación son muchas y muy variadas, pero todas ellas se concretan en tres clases fundamentales, que son:
- Intervenciones para el tratamiento y mejora del terreno afectado por los elementos de cimentación.
- Recalces o intervenciones sobre los elementos de cimentación.
- Intervenciones sobre las superestructuras.
Las intervenciones sobre el terreno, obviamente con la finalidad de mejorarlo, pueden ser las más adecuadas cuando éste se encuentre en estado flojo, con muchos huecos y con una baja capacidad portante, o bien cuando haya que reducir su permeabilidad porque contenga una cantidad de agua tan notable que las excavaciones resulten muy difíciles o muy incómodas.
En estas intervenciones no se actúa sobre los elementos de cimentación, sino solamente sobre el terreno afectado por ellos. Las técnicas más utilizadas en edificación son:
- Las inyecciones.
- El “jet-grouting”.
Los recalces o intervenciones sobre los elementos de cimentación resultan adecuados en dos casos: primero, cuando, considerados como un elemento constructivo más, los cimientos presenten insuficiencias o deficiencias intrínsecas que pongan en peligro parcial o totalmente su integridad o su estabilidad; y segundo, cuando se vayan a realizar obras por debajo de las superestructuras o muy cerca de la base de las mismas, de manera que resulte presumible que estos elementos vean alteradas sus condiciones de equilibrio iniciales.
Ejemplo de aparición de grietas por problemas de cimentación
TIPOS DE RECALCES DE LA CIMENTACIÓN
Los recalces pueden clasificarse en dos grandes grupos:
- Recalces superficiales.
- Recalces profundos.
Los recalces superficiales son actuaciones de reparación o de refuerzo sobre los cimientos superficiales preexistentes (generalmente, zapatas) con la finalidad de aumentar la superficie de transmisión al terreno de las cargas actuantes, o sea, para mayorar la superficie de contacto cimiento-suelo. Pero debe hacerse constar que, en ocasiones, los recalces superficiales también tienen como finalidad el profundizar el plano de apoyo del cimiento hasta alcanzar un terreno más resistente.
Los recalces profundos consisten en añadir nuevos elementos de cimentación profunda (generalmente, micropilotes), que pueden construirse o bien atravesando las cimentaciones preexistentes o bien junto al perímetro de estas.
Conviene advertir que los recalces constituyen una solución de tipo quirúrgico, que debe emplearse solamente en aquellos casos en los que no sea posible frenar o eliminar los daños mediante otra solución menos drástica. Este criterio está basado en que las obras de recalce conllevan forzosamente grandes repercusiones de carácter funcional, económico y estético que, en muchos casos, se podrían soslayar mediante otras intervenciones más sencillas.
En efecto, el recalce es un proceso constructivo un tanto complejo que, normalmente, se desarrolla en tres fases sucesivas, que son:
- PRIMERA FASE: Transferencia temporal de las cargas que actúan sobre la cimentación preexistente hasta una estructura provisional (el ”apeo”), que debe ser preparada antes de comenzar las actuaciones y que suele exigir la construcción de una cimentación propia, temporal, que luego se abandona o se elimina.
- SEGUNDA FASE: Ejecución del recalce propiamente dicho.
- TERCERA FASE: Transmisión definitiva de las cargas temporalmente actuantes sobre el apeo hasta la cimentación preexistente ya debidamente reforzada o, en su caso, hasta la nueva cimentación creada. Esta operación es la que se denomina “puesta en carga”.
El desarrollo de cada una de estas tres fases provoca inevitablemente unos movimientos adicionales que se superponen a los ya sobrevenidos y que, si llegan a afectar a una construcción que ya esté muy deteriorada, pueden conducir a su ruina irremediable y definitiva o, en el mejor de los casos, a la necesidad de proceder a un refuerzo de la superestructura del edificio.
Como ya se ha mencionado, las técnicas habituales para el tratamiento del terreno afectado por la cimentación en la edificación son: las inyecciones y el “jet-grouting”.
LAS INYECCIONES COMO SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS EN LA CIMENTACIÓN
Las inyecciones consisten en hacer penetrar en los huecos y en las fisuras del terreno un fluido que mejore la cohesión interna del mismo. Se emplean como tratamiento del terreno para reducir su permeabilidad, para mejorar su capacidad portante y para reducir su compresibilidad.
De entre las ventajas de la aplicación de inyecciones cabe destacar las siguientes:
- Rellenan los huecos y fi suras del terreno y le añaden una componente cohesiva, todo lo cual favorece una mejora de su compacidad y una reducción de su permeabilidad.
- No requieren ni una solidarización con los cimientos preexistentes ni una puesta en carga, por cuanto son aplicadas al terreno que está situado alrededor o por debajo de esos cimientos.
- No suelen requerir apeos, porque lo frecuente es que no haya que hacer excavaciones ni al pie ni junto a los cimientos existentes. Y, puesto que no se hacen ni solidarización con los cimientos preexistentes ni puesta en carga ni excavaciones, solamente pueden sobrevenir movimientos extemporáneos debidos a la puesta en obra de la propia técnica de inyección.
Y, como inconvenientes de la aplicación de inyecciones tradicionales, cabe señalar los siguientes*:
- Incompatibilidad de las inyecciones con la penetrabilidad del terreno. Donde las inyecciones son más fácilmente aplicables es en los terrenos granulares gruesos, pero en ellos rara vez se presentan deficiencias o insuficiencias de capacidad portante. En tiempo pasado, el fluido que se inyectaba siempre era una lechada de cemento, pero actualmente existen numerosos productos que han mejorado notablemente la compatibilidad de las inyecciones con las distintas clases de terrenos. De entre esos productos, cabe destacar los geles de sílice, las resinas, los poliuretanos, el microcemento, etc.
*Las inyecciones en el terreno de la resina Geoplus®, Uretek Deep Injections®, han eliminado los inconvenientes de las inyecciones tradicionales mencionados. - Difícil control de las inyecciones, porque, al introducir en el terreno un fluido, éste puede alcanzar alguna vía que facilite su escape y su circulación, como pueden ser una canalización del saneamiento enterrada o una galería. Como consecuencia de esas fugas, no solo queda inutilizada la canalización que actúa como vía de circulación, sino que, además, el volumen de producto inyectado aumenta considerablemente, elevando el costo de la intervención sin que se logre la mejora del terreno afectado por el cimiento.
- Incertidumbre acerca de la mejora real que puede ser obtenida con las inyecciones, a menos que, una vez hechas, se complementen con la ejecución de sondeos y ensayos “in situ” y con la extracción de muestras del terreno con la finalidad de ensayarlas en laboratorio, únicas vías que permiten hacer una estimación seria y científica de la mejora obtenida en los parámetros geotécnicos. Y la ejecución de esos nuevos sondeos y ensayos da lugar a una notable repercusión económica en aquellas obras que tienen un volumen limitado, tal y como suele ocurrir en las de edificación.
INYECCIONES CON RESINAS EXPANSIVAS URETEK GEOPLUS
El grupo Uretek ha desarrollado una tecnología innovadora para la consolidación de suelos a través de la inyección en el terreno, Uretek Deep Injections®, de resina de poliuretano expansivo Geoplus®, que viene aplicando con éxito desde hace más de 30 años.
Se trata de un sistema de inyección profunda en el terreno de una resina de poliuretano expansivo especial de última generación, Uretek Geoplus®, marca registrada por Uretek, que se obtiene a partir de una mezcla de dos componentes, esencialmente polioles e isocianatos, denominados comercialmente como Geoplus® A y Geoplus® B.
Las resinas de poliuretano expansivo se producen por la reacción exotérmica entre un poliol y un isocianato, mezclados en proporciones volumétricas establecidas, de acuerdo con las especificaciones del fabricante.
La reacción química para la síntesis de poliuretanos fue descubierta por Bayer en 1947.
Durante la reacción química se genera una gran cantidad de dióxido de carbono, lo que provoca la expansión volumétrica de la mezcla y la formación de una estructura esponjosa, en la que están atrapadas las burbujas de gas. Para la producción de dióxido de carbono se requiere la presencia de agua, que reacciona con el grupo isocianato; en ausencia de agua, se hace uso de un líquido agente de hinchamiento, químicamente inerte y con una temperatura de ebullición baja, que se vaporiza consumiendo parte del calor de polimerización.
En un período de tiempo muy limitado (varios segundos), la mezcla se endurece, pasando de líquido a sólido. El tiempo de reacción, que depende de la resina particular y el uso de catalizadores, entre otras cosas, está influenciado por la temperatura de los componentes mezclados.
Controlando la temperatura de los componentes es, por lo tanto, posible acelerar o retardar el tiempo de reacción.
La presión ejercida durante el hinchamiento y la densidad final de la resina depende de la capacidad expansión que posee el gas contenido en las burbujas, antes del endurecimiento.
Resina Uretek Geoplus en proceso de expansión
CONSOLIDACIÓN DE LOS SUELOS DE CIMENTACIÓN MEDIANTE INYECCIÓN DE RESINA EXPANSIVA GEOPLUS®
En las técnicas tradicionales de inyección se emplea, por lo general, una mezcla de agua y cemento con aditivos, o resinas no expandentes. Los objetivos del diseño de estos tratamientos son controlados por la naturaleza y cantidad de los componentes presentes en la mezcla y la presión de inyección, que determina el área de influencia de la consolidación.
La inyección de resinas de poliuretano tiene un comportamiento diferente, debido a la naturaleza química de sus componentes, los poliuretanos. De hecho, no requieren ninguna presión de inyección y durante la reacción de síntesis se genera una cierta cantidad de dióxido de carbono que causa la expansión volumétrica de la mezcla. La resina solidificada alcanza el equilibrio natural con el terreno circundante, cuando la presión de hinchamiento de la resina, resultante de la reacción, coincide con la presión media del confinamiento del terreno.
La inyección profunda en el terreno de la resina Geoplus®, Uretek Deep Injections®, es la tecnología que permite esta consolidación del terreno, eliminando los inconvenientes de las inyecciones tradicionales anteriormente mencionados.
TECNOLOGÍA URETEK DEEP INJECTIONS®
La tecnología Uretek Deep Injections® permite inyectar en el terreno la resina de poliuretano expansivo Geoplus® a diferentes profundidades, a través de perforaciones de pequeño diámetro, causando la mínima alteración a las estructuras y al terreno suprayacente, resolviendo cualquier problema relacionado con la capacidad de carga del terreno bajo cimentación.
Esta tecnología se basa en la realización de perforaciones de diámetro inferior a 30 mm (normalmente entre 12 y 26 mm), separadas entre 50 y 150 cm. En estas perforaciones se introducen tubos metálicos, hasta las profundidades establecidas, para la posterior inyección en el terreno, a través de estos, de la resina de poliuretano expansivo.
Fase de ejecución Uretek Deep Injections® - perforación
Fase de ejecución Uretek Deep Injections® - introducción de los tubos de inyección
La inyección la realiza un equipo de técnicos especialistas, que se complementa con un camión taller que contiene todo el material necesario para la intervención. Dependiendo del tipo de intervención y accesibilidad a la obra, el camión taller puede disponerse en varios tamaños y, en casos especiales, se puede llevar el equipo de inyección y la resina con trasportes especiales.
Dentro del camión taller se encuentran, además de otros equipos y sistemas de control, los depósitos de los dos componentes químicos, Geoplus® A y Geoplus® B, necesarios para la formación de la resina.
La inyección es controlada siguiendo el protocolo específico de Uretek. Los dos puntos básicos de este protocolo de inyección son, la cabeza de inyección de la resina, y el nivel laser que controla el levantamiento de la estructura.
Fase de ejecución Uretek Deep Injections® - inyección de la resina
Fase de ejecución Uretek Deep Injections® - monitorización
PROCEDIMIENTO DE INYECCIÓN DE LA RESINA
Los dos componentes de la resina llegan hasta la “cabeza de inyección” por tuberías independientes.
La mezcla de los dos componentes y la inyección de la misma en el terreno tiene lugar, solamente, al accionar el mando que se halla en la empuñadura de “pistola” en la cabeza de inyección, con un tiempo de reacción que van desde unos pocos segundos a unos pocos minutos. No se necesita ningún mecanismo de reglaje de la velocidad del bombeo ya que la expansión en el punto de inyección no tiene lugar por efecto de la presión de inyección sino por la fuerza de expansión de la resina mezclada.
La inyección se realiza a través de los tubos metálicos (acero o cobre), conectados sin válvula a la cabeza de inyección con empuñadura de pistola, colocados en las perforaciones realizadas a distintas profundidades.
Para evitar el rebose de la mezcla de resina, se inyecta una pequeña cantidad antes del comienzo del tratamiento definitivo con el fin de sellar el área circundante al tubo de inyección.
Pasados unos instantes se empieza con el proceso de inyección. Accionando la empuñadura de “pistola” sobre la cabeza de inyección la mezcla de resina se inyecta, a baja presión, a través del tubo metálico hasta el punto de inyección.
La resina se inyecta en el suelo en estado líquido. Casi instantáneamente, se desencadena una reacción química que implica un aumento del volumen y una modificación del estado, pasando de líquido a sólido. La presión de expansión de la resina puede alcanzar 10.000 kPa. La reacción comienza y finaliza muy rápidamente. Así, la resina alcanza sus características físico-químicas definitivas en algunos segundos.
Cuando la resina penetra en el terreno a tratar aumentando de volumen, comprime el suelo en todas las direcciones, expansión radial, favorecido por las vías que ofrecen menor resistencia. La expansión de la resina continúa hasta que el terreno impide una compresión radial suplementaria. En ese momento, la única posibilidad de expansión se traduce en un desplazamiento del terreno hacia arriba.
La inyección continúa en cada punto hasta la observación de un principio de levantamiento de la estructura.
Cuando se observe este principio de levantamiento, significa que la acción consolidante se está dirigiendo hacia arriba y que esta es la dirección que opone menor resistencia, mientras alrededor el terreno tiene resistencias superiores respecto a la disminución de carga de la estructura, lo que demuestra que el suelo de cimentación ha sido suficientemente compactado para resistir, no solamente al aumento de cargas estáticas, sino también a las que se desarrollan con el levantamiento.
La consolidación del suelo de cimentación va acompañada de un levantamiento inicial de la estructura (décimas de mm), lo que permite comprobar, en tiempo real, la eficacia del método.
Durante las operaciones de inyección, el consumo de mezcla se mide en cada punto de inyección y se compara con el consumo nominal del proyecto.
Cada intervención se controla con un nivel láser con el fin de detectar cualquier movimiento vertical de la estructura tratada, siendo este la única forma posible de comprobar en tiempo real la eficacia del tratamiento de consolidación del suelo.
La interpretación teórica del procedimiento de inyección profunda en el terreno, Uretek Deep Injections®, de la resina de poliuretano expansivo Geoplus®, se puede esquematizar como dos muelles que interactúan entre sí, el muelle «resina» y el muelle «terreno»: “A la salida del tubo de inyección el muelle «resina» está completamente contraído. La expansión de la resina se produce en detrimento del terreno inyectado, muelle «terreno».
El sistema estará en equilibrio cuando el muelle «resina» haya alcanzado un grado de expansión tal que la fuerza generada que resulte de ello sea igual a la reacción opuesta del terreno comprimido, muelle «terreno». En este punto el sistema «resina/terreno» se encuentra en equilibrio estable debido al cambio de estado de la resina que se solidifica.
La resistencia ofrecida por la resina solidificada es muy superior a la resistencia del terreno comprimido, por lo tanto, el sistema permanece estable en el tiempo. La operación descrita antes se produce en cada punto de inyección, y se disipa en la masa del terreno tratado. Por consiguiente, las sobrepresiones intersticiales se disipan con mucha rapidez”.
La inyección se ejecuta mientras la resina se encuentra todavía en estado líquido, pero ya en fase de expansión. Esta resina posee las siguientes características:
- Fuerza de expansión máxima de 10.000 kPa
- Reacción estable y controlada
- Módulo elástico similar al de los suelos
- Ligera, no recarga el terreno
- Resistencia a compresión muy superior a lo necesario
Tras la reacción química, la resina transmite al terreno una acción de pre-compresión, que induce una disminución de índice de huecos. En pocos instantes aumenta hasta 10-15 veces su propio volumen, desarrollando una presión máxima de hasta 10.000 kPa.
La fuerza de expansión generada por la reacción química disminuye con el aumento del grado de expansión de la resina. Esto significa que el grado de expansión se “autorregula” en función del confinamiento y de la resistencia encontrada.
La rapidez de la reacción de expansión y solidificación no deja que la resina se aleje más de 1-2 metros del punto de inyección. La expansión de la resina continúa hasta que el terreno circundante a la inyección se compacta en todas las direcciones, de tal forma que rechaza cualquier compresión posterior, motivando que la resina se expanda hacia la zona menos comprimida del terreno que, normalmente, es hacia la superficie del terreno “dirección vertical ascendente”.
En la figura 6, se representa un esquema de intervención con la tecnología Uretek Deep Injections® Sistema Multipoint y las fases de inyección de un suelo bajo una cimentación superficial aislada (zapata), así como la distribución del estado de las tensiones bajo la cimentación.
Esquema de ejemplo de intervención con Multipoint
(Patente Europea EP 3 821 079 B1)
La resina sale a la vez desde todos los orificios situados en la cánula de inyección (12-14 orificios por cánula).
La disposición de los orificios, calibrados y de tamaño creciente con la profundidad, ha sido diseñada de tal forma que garantice:
- Un tratamiento homogéneo: la capacidad de la resina que sale es similar en todos los orificios.
- Una acción localizada: las inyecciones se realizan de forma intermitente, de este modo la resina permanece cerca de cada punto de inyección.
- La seguridad de las inyecciones: la resina sale de todos los orificios a la vez, con la misma capacidad y con una presión suficiente para vencer a la resistencia del terreno y evitar que ningún orificio se tape durante la inyección.
En esta intervención, la inyección se concentra en el bulbo de Boussinesq. Es decir en el volumen de terreno expuesto a las tensiones inducidas por la distribución de carga del edificio. Generalmente es la baja resistencia de este volumen lo que causa los asientos de las estructuras.
Se puede concluir que la tecnología Uretek Deep Injections® se diferencia de demás técnicas de inyección por:
- El uso de una resina Geoplus®, de alto poder expansivo (más de 5 veces su volumen original) y rápido (inicio de expansión de 2 a 5 segundos).
- La fuerte presión de hinchamiento de la resina Geoplus® durante el proceso de expansión en el suelo (superior a 500 kPa).
- Una sencilla puesta en obra, utilizando un material muy ligero, permitiendo una ejecución “cuasi” no destructiva.
- La inyección de la resina en profundidad (que puede superar los 10,0 metros con respecto a la plataforma de trabajo).
- El control de la expansión de la resina a través del control de movimientos con nivel láser.
- Una forma única de propagación de la resina que se inyecta, ya sea por impregnación (macro huecos y grietas), o por fracturación/rotura, o por una combinación de estos dos modos de difusión, sumando además la acción de compactación estática tridimensional.
La tecnología Uretek Deep Injections® cumple con la norma EN 12715, ejecución de “Obras geotécnicas especiales”, en lo referente a la inyección con o sin desplazamiento de terreno, y está protegida por la patente europea EPO Nº 0851064. La resina Geoplus® está protegida por la solicitud de patente europea EPO Nº 1314824.
FASES DE LAS INTERVENCIONES DE URETEK
Se puede concluir que las soluciones URETEK para la consolidación de terrenos de cimentación se ejecutan de forma sencilla siguiendo una serie de pasos que a continuación se resumen:
PERFORACIONES
Las perforaciones, de un diámetro inferior a 3 cm, se ejecutan directamente al nivel de la cimentación, para alcanzar con precisión el volumen de terreno a tratar.
La distancia entre las perforaciones puede variar en función del edificio y el tipo de suelo. Las perforaciones se utilizan para introducir tubos de cobre que permiten dirigir la resina directamente en el suelo a tratar.
INYECCIÓN
Las inyecciones se ejecutan cuando la resina Geoplus® se encuentra todavía al estado líquido, pero ya en fase de expansión: en pocos segundo Geoplus® incrementa su propio volumen hasta 30 veces y desarrolla una presión de expansión que puede llegar hasta 10.000 kPa, dependiendo de la resistencia que encuentra.
LEVANTAMIENTO
La expansión de la resina continúa hasta que el terreno impide una compresión radial suplementaria. En ese preciso momento, la única posibilidad de expansión se traduce en un desplazamiento del terreno hacia arriba. En esta fase, el levantamiento del edificio indica que la resina ha rellenado el conjunto de los huecos y compactado el suelo de forma óptima. El tratamiento se adapta así perfectamente a la disminución de carga del edificio.
Las tecnologías de Uretek, únicas y patentadas, utilizan inyecciones de resina expansiva para restaurar las estructuras, un método que ofrece importantes ventajas:
- Proceso rápido y resultado inmediato: se puede acceder a las zonas y volver a utilizarlas durante e inmediatamente después de la inyección de nuestras exclusivas resinas; su capacidad expansiva es inmediata, no se requiere tiempo de maduración o secado.
- Intervención económica y ventajosa: nuestros métodos requieren un coste significativamente menor que las soluciones tradicionales (si se pudieran comparar).
- Obra mínimamente invasiva: nuestra intervención no requiere nunca trabajos de excavación, no produce residuos y se desarrolla en un área delimitada que no perturba ni interrumpe las actividades normales.
- Intervención conservativa y definitiva también en el caso de edificios históricos.
- Monitorización continua de la obra mediante un sistema de láser de última generación y un radar con personal altamente cualificado.
- Respeto del medio ambiente: la mezcla sobre el terreno de las resinas Uretek® genera un producto final inerte, que no contamina el terreno ni en las aguas subterráneas que pudieran estar presentes.
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